El resultado de estrategias de salud públicas elaboradas para frenar el Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), dependen en gran medida de las medidas preventivas y del diagnóstico de esta infección.
Un equipo integral de profesionales de laboran en la clínica Terapia Antirretroviral (TARV) del Ministerio de Salud e infectólogos del hospital materno infantil José Domingo De Obaldía, coinciden en la necesidad de lograr el mayor número de pruebas VIH posible entre la población sexualmente activa.
La Dra. María Eugenia Gutiérrez, infectóloga del HJDDO, indicó que en el presente siglo se ha logrado importantes avances en la prevención de la transmisión madre-hijo del VIH, principalmente por el diagnostico temprano de las embarazadas portadoras y el oportuno tratamiento de las mismas y de sus criaturas.
“Cuando se practican oportunamente todas las estrategias, el riesgo de que el hijo de una madre portadora, adquiera el VIH, es menor del 1%; el problema que tenemos son las madres que no van a controles prenatales, ni se hacen las pruebas”, expresó la Dra. Gutiérrez.
El representante de la Asociación Panamericana de Gestión Social (PASMO) en la clínica TARV de David, Héctor García, advirtió que ante el progresivo avance de la pandemia VIH-SIDA, es necesario insistir en la prevención a través de la educación y concienciación de la población.
“En la clínica TARV de David se registra un promedio mensual de 10 nuevos casos de VIH, pero una cantidad mucho mayor, sin saberlo viven con este virus, por lo que urge que las personas que tengan relación sexual con diferentes parejas, se practiquen periódicamente la prueba del VIH”, manifestó García.
Una educación efectiva y la concienciación sobre la conveniencia de tener una única pareja sexual; y en caso contrario usar preservativos: son necesarios, indicó García, quien advirtió que la creciente población de adictos al alcohol y drogas, aumenta la promiscuidad y la exposición a enfermedades por transmisión sexual.
