La capacidad de amar y la solidaridad de un ser humano respecto a sus semejantes en condiciones de vulnerabilidad, son puestos a prueba en cada institución u hogar, donde alguien requiera de cuidados paliativos.
Durante tres días, el personal técnico y administrativo del Ministerio de Salud, región de Chiriquí, se capacitó en temas de comunidades compasivas, la labor que cumple la familia, el voluntariado, la administración de medicamentos que llevaron a analizar la pregunta ¿Morir en casa o en el hospital?i
Ramón Castillo coordinador del Programa de Salud de Adultos y Tuberculosis dijo que hemos avanzado gradualmente, porque el programa trata de brindar calidad de vida hasta el último minuto, es un gran desafío pero es lo evaluado en el marco de la conmemoración de esta fecha cuyo lema este año "Diez años desde la resolución ¿Cómo vamos?.
Agregó que el programa tiene una fuerte articulación entre Minsa y Caja de Seguro Social mediante la intervención de médicos, enfermeras especialistas, psicólogos, nutricionistas, farmaceutas, terapeutas, pero es importante que ésta sea complementada por religiosos y/o por grupos de autoayuda; sin olvidar que los principales protagonistas de la lucha por la paz ante la proximidad de la muerte son los propios pacientes y sus seres amados más cercanos.
El personal técnico que integran la Región de Chiriquí, demuestra con hidalguía, cada día, su vocación de servicio, dispuestos a toda hora a servir al desvalido y apoyar a la familia en momentos difíciles, cuando ni siquiera la muerte, pone fin a su sufrimiento.