Hoy se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, fecha instaurada por Naciones Unidas para visibilizar y realizar acciones sobre las condiciones del espectro autista.
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son una amplia gama de afecciones relacionadas con el desarrollo cerebral que se traducen en problemas o dificultades para tener una buena interacción social y una buena comunicación con los demás, mencionó Mitzila Rosas pediatra y coordinadora del Programa de Niñez en la región Metropolitana de Salud.
“No se conoce una cura definitiva para esta condición, sin embargo, con un manejo interdisciplinario y con terapias adecuadas, se puede hacer una gran diferencia en la vida y en las relaciones sociales de los niños que padecen este trastorno”, señaló.
Algunos indicadores determinantes en un niño con condición autista son los problemas de comunicación e interacción social, no hacen contacto visual (no miran a los ojos) y no suelen expresar sus sentimientos (carecen de expresión facial); rechazan las caricias, el contacto físico y los abrazos; no juegan con otros niños (prefieren estar solos), no hablan o desarrollan el lenguaje verbal de forma tardía, y cuando lo logran, es difícil mantener una conversación con ellos (lenguaje comprensivo), no señalan objetos y no pueden (o les cuesta) seguir indicaciones.
Explica la pediatra que los niños con TEA también presentan patrones de comportamiento repetitivos como movimientos de sus manos y brazos; balancean el cuerpo o pueden llegar hasta golpearse ellos mismos, ademas son muy sensibles a estímulos físicos como los ruidos, la luz o el contacto, no toleran los cambios del entorno en que viven y desarrollan rutinas, hasta pueden llegar a obsesionarse por alguna actividad específica y son selectivos con los alimentos.
Rosas mencionó que en el Programa de Salud Integral de la Niñez del Ministerio de Salud se cuenta con instrumentos para la evaluación del neurodesarrollo, entre ellos una prueba de tamizaje que consiste en una lista de verificación para el autismo en niños pequeños, que debe ser aplicada a los niños de 18 meses que acuden a su control.
Puntualizó la médica pediatra que el diagnóstico temprano y la intervención oportuna, es la mejor ayuda para muchos de estos niños, con el objetivo de desarrollar, o mejorar, su lenguaje, su conducta, sus habilidades para la comunicación y sus relaciones sociales; para que puedan adaptarse y desempeñarse lo mejor posible en sus vidas.