Cada 2 de abril, se conmemora el "Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo”, la sociedad y especialmente los adultos creyentes, afortunados de ser padres, debemos meditar sobre la distinta realidad de los niños con trastornos del espectro autista y sus familias; entonces disponernos a ser mejores seres humanos, sensibilizándonos al respecto.
El subdirector del Centro Reintegra en Chiriquí, William Kelso indicó que en diversos grados del autismo las personas que lo padecen, muestran conductas o intereses restrictivos o repetitivos, pero principalmente dificultad y desinterés en comunicarse e interactuar socialmente, además de maneras distintas de aprender, moverse, prestar atención y rechazar cambios en su entorno.
Kelso indicó que los pacientes de algunos tipos de autismo, como el síndrome de Asperger, demuestran mayor capacidad e interés en relacionarse socialmente sin embargo, sus propias limitaciones intelectuales y psicológicas se los dificulta; y muchas veces por sentirse frustrados se encierran en su mundo particular.
Aunque no se ha determinado con exactitud las causas del autismo; se estima que la misma, es consecuencia de trastornos en el desarrollo cerebral en donde interactúan factores genéticos y ambientales, provocando un anómalo funcionamiento del sistema nervioso central.
La integración social de los niños autistas generalmente es muy difícil, requiere de la intervención de pediatras, psicólogos, terapeutas del lenguaje y otros profesionales; pero sobre todo del amor de sus padres y del apoyo de familiares y demás miembros de la comunidad.
El primero de marzo de 2023, una subcomisión de la Asamblea Legislativa analizó el proyecto de ley 946 "Por el cual se establecen políticas públicas para la atención e inclusión de las personas con autismo y condiciones similares del neurodesarrollo; su aprobación e implementación representa un avance para los pacientes y sus familias.
