El centro de atención integral de personas con discapacidades de Chiriquí (Reintegra) ha mantenido sus servicios a la población, incluso durante la reciente crisis que al nivel nacional interrumpió el transito normal de personas y productos.
El subdirector encargado de Reintegra-Chiriquí, William Kelso indicó que en el año 2,019 se dispensaron aproximadamente 10 mil consultas, cifra anual que durante la pandemia por Covid se redujo en un 50 %.
Kelso indicó que el equipo de 16 profesionales de las áreas de fisioterapia, fisiatría, fonoaudiología, pediatría, terapia ocupacional, psicología, odontología y estimulación temprana, demostró vocación y sensibilidad humana, al asistir a sus puestos de trabajo durante la peor etapa de la pandemia, durante la cual se contagió el 50% de los mismos.
Entre los problemas que se atienden en Reintegra destacan la parálisis cerebral, síndrome de Down, autismo, retraso en el desarrollo psicomotor y síndrome convulsivo (epilepsia). Se espera que en los próximos meses se inicie la ampliación de las instalaciones físicas, la dotación de nuevos equipos e inmobiliario.
La ampliación y equipamiento de Reintegra-Chiriquí permitirá una mejor atención al creciente número de personas con discapacidad severa. Se estima que entre el 12 % y 15 % de la población mundial padece de una discapacidad; y que aproximadamente el 25 % de los mismos padece una discapacidad física, mental, neurosensorial o mixta, que requiere atención especializada y continua.
La creación de salas de fisioterapia en el hospital José Domingo De Obaldía y en instalaciones del Ministerio de Salud en la barriada San José, Barrio Bolívar, Dolega, Tierras Altas y Puerto Armuelles, mejoró la calidad de atención a un importante segmento de la población con discapacidad, señaló Kelso.
