Consciente de que la violencia física y psicológica atenta contra la dignidad e integridad de las mujeres o cualquier otra víctima de este flagelo social, el Ministerio de Salud participa en las políticas y estrategias públicas dirigidas a prevenir y erradicar este tipo de conductas.
La pobreza, los vicios y la creciente participación de la ciudadanía en actividades delictivas son caldo de cultivo a la desintegración familiar y comportamientos sociales disfuncionales, obligaron a las instituciones y entidades cívicas, elaborar mecanismos legales que frenen la violencia intrafamiliar y contra las mujeres.
Es necesario que el estado y la sociedad civil desarrollen permanentemente la promoción de oportunidades e igualdad de género, que permitan que las mujeres de todos los estratos sociales, desde su primera infancia comprendan que mediante el trabajo y la educación lograrán el ejercicio pleno de sus derechos y su libertad.