El 12 de noviembre se realizó una reunión de sensibilización sobre el Programa de Acompañamiento Humano y Espiritual del Enfermo con 18 funcionarios técnicos y administrativos de diversas instalaciones de la región de Colón, tales como los Centros de Salud de Sardinilla, Buena Vista, Portobelo, Nombre de Dios, Patricia Duncan, Juan A. Núñez, Escobal, Palmas Bellas, Icacal, Miguel de la Borda, Centro Reintegra y el Centro Penitenciario Nueva Esperanza.
Edgar Coto, director Regional y María Victoria de Crespo del departamento de Monitoreo y Evaluación de la DPSS presentaron los objetivos del programa, los niveles y líneas de acción que tienen como propósito recuperar el sentido vocacional de servicio y solidaridad de las profesiones sanitarias, para que los profesionales de la Salud y el personal administrativo brinden una atención humanizada y acompañamiento espiritual que coadyuve a disminuir el sufrimiento de los enfermos y de su familia.
Se trata de orientar la actuación del personal de la Salud hacia el servicio del enfermo considerándolo en su globalidad, ofreciéndole una asistencia integral con calidad y calidez que responda a las dimensiones física, emocional, social y espiritual de la persona.
El Programa de Acompañamiento Humano y Espiritual del Enfermo aborda la humanización y la calidad de la atención de la Salud, pilares importantes para el futuro del Sistema de Salud de Panamá, toda vez que incluye el acceso y la calidad en la prestación de estos servicios, a los asistentes a la reunión se les hizo entrega de 40 Guías del Programa donde cada participante adquirió compromisos para divulgar en sus Centros de Salud de y la región lo aprendido.
En esta época, tenemos que reconocer que la ciencia ha prestado un servicio invaluable a la humanidad, salvando muchas vidas, se han logrado avances en la prevención de riesgos, en la curación y rehabilitación de enfermedades y en la promoción de la salud, pero esos avances han reducido al hombre a una estadística, una atención fría, calculada y carente de humanismo, haciendo más difícil la enfermedad, agudizando el sufrimiento tanto del paciente como de su familia, tal como lo hemos vivido con el Covid-19.
Por esto es necesario este programa para retomar el interés en la humanización, la espiritualidad y la sensibilidad, ya que la persona que sufre por la pérdida de la Salud necesita, además, de la tecnología y de los medicamentos de última generación, de seres humanos que le brinden una voz de apoyo y confianza, una mano amiga de quien tomarse, una escucha honesta y sincera que se ocupe de sus preocupaciones y necesidades.
La intención es capacitar a capacitadores y de esta manera comprometerse en dar a conocer el contenido de esta charla de sensibilización a los funcionarios de los centros de salud y el día 17 de diciembre reencontrarse para continuar con la siguiente fase del programa.
